miércoles, 4 de mayo de 2016

TRASTORNOS DEL HABLA

- Dislalia: Alteración sistemática en la pronunciación de un determinado fonema, producto de la persistencia de formas de articulación inmadura. Se puede observar omisión, sustitución, inversión o distorsión del fonema.
Los fonemas más afectados en el idioma castellano son: S, R, L, D.
Conducta: Se espera que un niño de 4 años pronuncie adecuadamente la mayoría de los fonemas, y que un niño de 6 años los pronuncie todos normalmente. Cuando se produce una alteración en la articulación que dificulta la comunicación, es recomendable la derivación del niño independiente de su edad.
- Espasmofemia: Alteración de la fluencia normal de las palabras, produciéndose el bloqueo o repetición de una o más sílabas. Se acompaña de movimientos corporales que denotan tensión. La espasmofemia puede ser tónica, clónica o tónica-clónica.
El 88% se presenta en menor de 7 años, y es más frecuente en hombres.
Conducta: Se recomienda una intervención "indirecta" hasta los 6 años, o sea, no llamar la atención al niño por hablar mal; hablarle en forma lenta y clara y evitar presionarlo a hablar o repetir las palabras hasta que las diga bien.
A partir de los 6 años es necesaria la derivación a fonoaudiólogo y psicólogo.
- Disfluencia o Tartamudez fisiológica o evolutiva: Diagnóstico diferencial de la espasmofemia. Se refiere a un proceso fisiológico en el cual el niño presenta repeticiones de la palabra completa y sin espasmos. Ocurre alrededor de los 3 a 4 años y es autolimitado.
Conducta: Seguimiento con intervención "indirecta". No requiere derivación a especialista.
- Farfulleo o habla taquilálica: Consiste en un habla precipitada, producto de la cual, no se entiende lo que el niño dice.
Se observa en pacientes ansiosos, y en algunos casos, en niños con retardo mental.
Conducta: Dar tiempo al niño para hablar, SIN interrumpirle. La derivación a psicólogo dependerá del grado e implicancias de la ansiedad del paciente.

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